Vampiros: seres que provienen de la oscuridad, que forman parte de los pensamientos más oscuros del ser humano, que buscan el toque de fibras sobre lo que es humano y no. Criaturas que en su neecesiad de subsistir radica la más confusa de las existencias. Seres que definitivamente son enigmáticos en todo el sentido de la palabara y en cada una de las expresiones artísticas.
Ayer fui al ciclo de cine de vampiros que presentan en la ciudad. Tocó el turno de la peli: "entrevista con el vampiro". No sé que tiene esa película que desde la primera vez que la vi me gusta tanto... quizá es porque el melodrámtico de Brad Pitt sufre y sufre por años al no aceptar su maldita naturaleza asesina y por la culpa que claramente refleja la ironía de lo maravilloso que puede ser ese bajo mundo.
Nunca he estado metida en esos rollos de vampirisimo aunque indudablemente me llama la atención la literatura, la pintura pero sobre todo EL CINE que se hace en torno a ellos. Es esa característica oscura y asexual que posen los vampiros, ese concepto de belleza y misterio... ese deseo, esa necesidad de comer, de matar, de chupar la sangre de un ser humano que me fascina tanto.... Claro que las desventajas del género es saber que el vampiro se va modificando a las características de los autores. Ya como sabrán hay vampiros que pueden estar en la luz sin ningún problema y que BRILLAN los cabrones (cito por ejemplo la churrienta película: crepúsculo y su saga adolescente). Pero dentro de todo los vampiros me atraen y en el fondo pienso y reflexiono en torno a ellos. Sobre todo en esa subcultura que se genera al rededor del mistisismo: la ropa, los dientes, el ajo, la oscuridad, lo negro, lo diabolico y esa falta de ALMA que prevalece en todas las historias. Que cuestiona la existencia de un Dios, de un cielo, de un infierno, que reta al ser humano en su única condición invariable: La mortalidad.
No queda en las historias de vampiros duda alguna de que a través de los años su presnecia se convierte en leyenda inmortal y que fascinados por todo lo que fueron ysiguen siendo atraen a la gente como imán al metal. Los vampiros a pesar de todo, siguen asustando, enamorando, construyendo, porvocando emociones, evocando odio, rabia, y recrean así increíbles paisajes e imaginarios que forman parte de una cultura de total desconcierto. ¿Alguna vez veremos a un vampiro real? ¿Alguna vez será posible que la inmortalidad se herede en una mordiad letal? Quizá la vida no me alcance para saberlo, pero disfruto imaginar que sí.