Entretenimiento.

Quien no conozca a Edgar y quien aún sigue creyendo que el Internet NO es todo poderoso…. bienvenidos al club de fans del regio más popular del la web!

http://www.edgarsecae.com/edgar/

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Películas y comentarios.

Fui al estreno de dos películas recientemente. Por un lado, la taquillera: "El código Da Vinci"; por el otro, la inspirada en los comics "X- men".

De la primero puedo decir que gracias a que no esperaba mucho de ella, mi decepción no fue tan grande; sin embargo me parece que fuera de ser un libro que vende y entretiene, no llega a ser una gran obra literaria en ningún sentido. (En gusto se rompen géneros pero Dan Brown no es muy diferente al Carlos Cuahutemoc Sánchez de Juventud en éxtasis) . La película no tiene la culpa del argumento del libro, por lo que no la considero tan mala, dado que la adaptación, si bien no es prefecta, es creíble y concuerda con la versión escrita.
Las actuaciones, no me parecieron muy buenas, ni los escenarios muy sorprendentes. Tiene, a mi gusto, una fotografía regular y la dichosa polémica nunca aparece en todo el drama de la película. Mi visita al cine no significo un cambio rotundo en mi opinión sobre la religión. No creo que el impacto sea tanto como el que se pronosticaba hace un par de semanas.

De la película de los X men 3, puedo decir que los efectos especiales se lucieron. Me gustó mucho la secuencia de la película, aunque mi opinión puede ser subjetiva, porque soy fanática de los comics y de las otras dos películas; sin embrago de esta película si se pueden reconocer las actuaciones a simple vista. Y un guión mucho más elaborado. Quien sea fan de este tipo de películas de super héroes, puede ir al cine sin salir arrepentido de pagar por ver la cinta.

Explicancias…

Sucede que por alguna extraña razón la plantilla se vuelve loca y a veces no puedo cambiar el color de mis letras, ni el estilo (ni siquiera haciendo un copy - paste desde word). Sucede que mi conexión de internet y el calor, me “cagan” y me ponen de malas. Y sucede que a veces siento que esta actividad bloggera desde Colima no funciona igual para mi. No sólo por el lugar, sino también por la situación de "reajuste" en la que estoy.
Es curioso pensar que el blog nació como un espacio para comentar sobre las diferencias, los encuentros y las anotaciones de mi vida desde un país extraño que exploré. Ahora regresé al punto de partido, pero no logro encajar tan fácil.

Sigo en la búsqueda.

Anotación uno.

Con los pocos días que llevo en Colima he notado algo de las conversaciones cotidianas que tengo cuando me encuentro gente(1). De alguna u otra forma el 95% de la charla se nos va hablando de otras personas. Es como si hablar de la vida de otras personas fuera parte vital de lo que alguien tiene que decirme. Así que entre noticias de fallecidos, estudiantes mediocres, compañeros patanes o embarazdas jovenes, es que he venido enterandome de lo que en 10 meses pude haberme perdido. El otro 5% de la conversación son por supuesto las frases: hola, adios, qué bueno que ya regresaste.
Y lo peor es que no sólo ocurre en encuentros casuales en la calle, sino que ya se añaden estas anotaciones a eventos de fines de semana como pedas, reuniones a “pistiar” y fiestas familiares. Será que es un mal Colimote o será que mi desconociemiento de la sociedad Candiense me lleva a sorprenderme de este dato curioso?.

Esperaré la respuesta.


(1) Gente que por cierto me preguntan: Ya regresaste?.. obvio soy educada y conetesto sí, pero me gustaría decirles,: NO wey soy tu imaginación.

KENIA

Llegó con un año de nacida.

Era una perrita juguetona, intrépida, consentida.
Llenó la casa de felicidad y buenos momentos.

Le dio una chispa a esta casa, la convirtió en un hogar.

19 de Mayo 2006. Un día negro.

Descansa mi niña.

Gracias por todo lo que nos diste Kenia.

TE AMO!

Actualizando

Regresé a Colima hace una semana. Parece que el tiempo se ha pasado lento, sin trascendencias, sin problemas, sin cambios. Parece que mi estancia en Toronto fue un simple sueño del que repentinamente me han despertado sin que lo note siquiera.

Pensé que el regreso sería mucho más extraño de lo que en realidad ha sido. Lo único insoportable hasta ahora es el calor. Maldito calor insufrible que me hace sentirme pegajosa y me pone de malas a ciertas horas del día. Si el infierno existe, seguro Colima es el prototipo de lo que allá se debe sentir.

Por otro lado, Colima sigue como la misma ciudad que dejé. Bares más, bares menos. Antros más, antros menos. Pero el mismo prototipo de gente, las mismas caras, los mismos semáforos y los estúpidos “reductores de velocidad” en cada esquina de la ciudad. No parece que han pasado 10 meses. Todo es como fue ayer.

Sin embargo, mi conexión a Internet, a diferencia de otras cosas, ha sufrido las consecuencia de estar en un país tercermundista (y un pseudos estado con fachada de ciudad que es sencillamente un rancho). Regresé a utilizar el servicio de Internet por teléfono, lo cual me desespera y me ha mantenido un poco alejada del blog. Pero ya estoy de vuelta.

Con actualizaciones a partir de hoy ;).

Estoy nerviosa.... muy nerviosa.

(No sé si para bien o para mal).

I am not gonna miss this...

De las múltiples ventajas que tiene vivir en un país desarrollado y rico, existe una cosa que definitivamente es muy mala en Canadá. Es una de esas cosas que n voy a extrañar y por las que estaré agradecida en México. Es tan mala que incluso los Canadienses lo reconocen.

¡La cerveza Canadiense es verdaderamente mala!

Pero claro, como son primer mundo y no les gusta que se les critique, los canadienses tienen soluciones sencillas para sus problemas, en este particular caso: La importación de cerveza extranjera. Para que cualquier garganta exigente quede satisfecha aquí se encuentra desde la Guinness hasta la corona, que por cierto, es extremadamente cara. Sin embargo, para cerveza cara, tenemos la cerveza Belga “Stella Artois”, que no sólo se vende cara en todos lados, sino que hasta en su publicidad lo presumen.

Pero el precio de una cerveza nunca será juzgado, mientras ésta valga la pena.

Sobre deportes.

Como hija de mexicanos, como estudiante, mujer, compatriota, grillera, fan ficticia, amante de los colores, de los desmadres y de la chela, debo aceptar que el fútbol soccer ha estado presente, indirecta o directamente, a lo largo de los mundiales, torneos de invierno, de verano, juegos amistosos y demás nombre “excusas” para ver a 11 hombres correr tras de una pelota, atrayendo como consecuencia a un poco más de la anterior cantidad a ver los partidos.

En México hay libertad de ser. Cada quien puede ser lo que le plazca: panisa, perredista o priísta, católico o budista, virgen o mujer de ” la vida alegre”; todo se vale mientras respetes al equipo de soccer que tu padre apoya. Sea bueno, malo o decepcionante, el color de la camiseta y el animal que adores, debe coincidir con el de la familia, esto por supuesto si quieres vivir en sana paz una niñez frente al televisor o superar una adolescencia traumática sin carga excesiva del drama habitual.

Sucede que en México el soccer es como la mismísima virgen de Guadalupe. A respetarlo y a amarlo sobre tu propio ser. Pero si alguien llegó a pensar que el comportamiento obsesivo ante el fútbol era algo meramente de nuestro país; qué equivocados han estado, lo que pasa es que en cada país se le cambia el nombre.

Aquí en Canadá se le dice: H O C K E Y !.

Y se define como el deporte nacional que genera comportamientos similares a los ya conocidos y remarcados por los fans. Minetras que ante una derrota, los resultados pueden ser nefastos: gente sin cabellera, jerseys en llamas, borrachos por las calles de las ciudades y fanáticos tristes.

Por otro lado, ante una victoria, sucede prácticamente algo similar, sólo que los del equipo contrario disfrutan de todos estas demostraciones de amor al equipo perdedor.

La semana pasada tuve la primera experiencia real de una victoria. Después de dos terribles tiempos de juego y ante la posibilidad de que todo fuera una enorme derrota el quipo de Edmonton (Oilers) se salvó de la humillación derrotando así al equipo de Detroit (Red wings).

Confieso que el NHL (Nacional Hockey League) y sus partidos son más entretenidos que el soccer.

Aquí unas imágenes del festejo de la victoria.

Chido el atuendo!!

Ese de seguro le iba al equipo perdedor..

Fuck the flames!!!
Nada amistosos con el equipo de Calgary.

Los típicos "nakos" son playeras...
Y las boobis que desafortunadamente no capté
(o mejor dicho no me interesó captar)

El morro borracho y loco.
Go Oilers GO!!!!

Y yo unida al desmadre con todo y banderita.
Todo es buena excusa para festejar!!!

Dudas o comentarios sobre el deporte nacional....
Los periódicos lo tienen todo, yo nomás sé lo que es un gol.

Un blog nacía..

Parte del experimento con este blog ha sido reflexionar un poco sobre las diferencias que me he encontrado en mi paso por la vida fuera, no solo de mi estado, sino de mi país.

No se trata de una comparación o crítica profunda entre ambas naciones (México y Canadá) para mi experimento he escrito un par de observaciones de lo que no tan notoriamente se puede decir de un país. Es una especie de ejercicio que como inmigrante, ha ayudado a aclarar mi mente en momentos trascendentales que por casi un año han ido transformándome.

Desde las diferencias culturales, los medios y sus contenido en ambos países, las tecnologías desde un país punta, el lenguaje, la gente, los paisajes, la música, los problemas personales, ocn mucho o poco, para mi o para el mundo blogger, todo eso humildemente forma experimentos… mis experimentos.

Me hubiera gustado ser más puntual con ciertas cosas, pero creo que para un primer intento no ha resultado tan mal lo que he querido decir. Definitivamente me quedaron muchas cosas en el teclado (el tintero no creo que aplique) pero conforme vaya logrando ser más abstracta con mis ideas, creo que podría extraer en un autoaprendizaje lo que vivir en un país desarrollado ha contribuido no sólo a mi crecimiento integral, sino al enfoque que para mi futuro esto ha ido creando.

Con cada intento de empacar, me detengo ante el recuerdo de pensar que parece ayer cuando con una maleta en mano, subí al avión y cuatro horas después pisaba territorio Canadiense. Dos amigos fueron los que nos dieron los primeros “tours” por la ciudad más cosmopolita de esta nación. Aun recuerdo los temores de esa época. Y hoy me doy cuenta como cambió todo desde ese día. Es natural que pasara, no me sorprende, era algo eventual que tenía que suceder… pero pareciera una simple historia que miro sin creerla propia.