Zombies.... Caminando, deambulando, con la cara marcada de cansancio. Con las arrugas que deja entre la piel la almohada caliente que sin previo aviso fue abandonada. La almohada que no entiende de horas, ni minutos hoy fue dejada sola una hora más temprano. Y en los rostos marcados se notan las pocas ganas de caminar, de hablar, de escuchar... Los pensamientos que ruedan son constante, son firmes.. pero también son imposibles.
Y todos caminan por la escuela como si nada estuviese afectando la rutina que inicia con los lunes. Y todos fingen que nada ha cambiado. Todos estamos acostumbrados al cambio de manera automática, pero el retraso es evidente. No hay la misma energía, no hay las mismas ansias de que llegue la mañana, porque sabemso que por una cue4stión políticamente correcta nos han robado una hora de la vida y nos han dejado unos minutos menos de sueño. Y ahora hay que acostumbrarse a que el cuerpo entienda que aunque aún no es la hora de despertar, el deber llama....

Pero juro que quieor seguir dormida. No puedo ni siquiera abrir bien lo ojos.

Es hora de dormir aún.

Odio el cambio de horario...