Quizá debería cerrar este blog y abrir otro.
Definir de qué quiero escribir, a quién le quiero hablar.
Poner en evidencia los temas nuevos que tengo en la cabeza. Destacar lo que hoy me mueve, lo que me inspira, lo que me empuja a seguir y por qué no, lo que me enoja y me traba.
Lo que sucede es que pienso que eso es precisamente lo que hago en este blog desde hace 10 años. Escribir lo que soy y lo que me gusta. Lo que no quiero ser y lo que me disgusta. ¿qué es lo que no cuadra entonces hoy en este blog? Creo que acumula demasiado pasado y me pone en una posición ambivalente, porque por una lado sé que todo lo que hice, dije, escribí, viví me hace ser quien soy hoy, pero a la vez todo eso dicho y vivido ya no soy yo.
Me explico, la Alma que escribía en 2005 ha entendido tantas cosas que es una alma distinta a la alma del 2015. A veces me siento tan ajena, pero cuando le doy demasiada vuelta creo que soy la misma, pero en un contexto distinto. Rodeada de personas y de pensamientos hasta opuestos.
Creo que en el fondo me rehuso a borrar esa parte de mi que fui, pero hay algo que late, que me dice que es hora de seguir escribiendo pero en otro cuaderno. Quizá es tiempo de experimentar con la verdad, pero con la de ahora.
Quizá el espacio donde lo tenga que hacer sea este, quizá sea otro, eso es lo que me causa conflicto.
Lo que me queda claro es que quiero escribir, es que quiero hablar en la virtualidad, pero como siempre es el drama el que me detiene.
Ya no tengo chocoaventuras en Canadá, ahora tengo aprendizajes en mi casa nueva. Ya no sufro por desamor, ahora me encuentro amando a manos llenas y buscando el sentido de mantener viva esa sensación después de tantos años, ya no me quejo de cualquier pendejada, ahora sé lo que no estoy dispuesta tolerar y me siento libre de decir lo que no me parece y no quedarme callada. Ahora tengo voz propia para una causa, no sólo me enojo con el mundo.
Soy yo, pero soy otra. O soy la misma, pero soy diferente. Siento que sí es hora de tener otro blog.... Con los intereses que me mueven hoy. Con los recuentos y los cuentos de esta Alma, quizá tome de pretexto la nueva década, "alma roja" inició en mis 20... y si ahora a los 30, ¿pintamos el alma de otro color?