Y me niego a dejar este espacio. Este año se cumplirán 10 años de la primera vez que escribí en este blog. Nunca olvido el por qué, ni el dónde: Canadá porque sentía que tenía tanto que decir y me pareció el medio ideal para expresarme.
Quizá hoy retomo, diciéndome a mi misma que quiero escribir, que quiero dejar estas verdades que siempre paso a dejar antes de manera constante, ahora de forma esporádica. Y me niego a mí misma el entender que quizá ya no es el tiempo, ni la forma, ni el medio por el que se dicen las cosas... pero insisto, no soy capaz de dejar este blog por la paz.
Quizá hoy vuelva con la promesa a mí misma de que escribiré más este año, que me daré el tiempo de decir las cosas que quiero decir, de volver a criticar publicidades callejeras, de exponer mis corajes, de describir las cosas que me llaman la atención, de mostrar mis berrinches, mis necesidades de escribir, de decir cosas que no son trascendentales, que no cambian el futuro de este país, ni el futuro mio siquiera, pero que disfruto poner en palabras.
Independientemente del motivo o el formato, vuelo y escribo. Vuelvo y me voy porque como lo dije en otro post, las palabras y las ausencias de las mismas, me dicen mucho de quién soy y en dónde estoy en cada momento de este existir.
Observo el editor dle texto, es tan diferente de hace 10 años, es tan "moderno". se ha "facebokarizado" (sí esa palabra no existe ya lo sé) y se ha convertido en amigable e intuitivo, quizá con el objetivo de que no se alejen los usuarios seducidos por otras redes. Enajenados por memes, por imágenes y videos que ante aquí no se podían compartir con la misma facilidad.
El anonimato es cosa del pasado, lo de hoy es publicar quién eres y que haces. Antes lo era también pero tenía sus asegunes supongo. En fin, que nostalgia escribir. Que emoción pensar que lo seguiré haciendo, porque la verdad me gusta y me gusta mucho, pero a quién engaño si escribiré o no pero yo no lo sé de cierto.